A Vero.

Algo cae constante, perece apenas roza la piel, espejismo quizá, va absorbiendo lo poco que se cree tener. Algo cae, semilla empapada en calamidades, mirada tranquila, cuerpo y mente vertiginosos, ansiedad que se deposita en mano. Pero algo cae, los pies pierden el rumbo, ahora su cercanía con el suelo se multiplica en yardas, tratas de sujetarte del extraño que llevas a un lado, árbol de Nim que ocupa gran parte de la ciudad, poste ultrajado ya sin faros, tendido eléctrico a medias, pájaro que vuela al sur, Loro que surca cielo, Dara que trae noticias, Búho desorientado a mediodía, nada. Solo eso, la nada. Solo tú, lo que cae en ti, solo ansiedad, ligadura que asfixia los pulmones, miedos cóncavos que te extraen el alimento, caes y el asfalto agrietado se abre, nunca termina de impactar, solo caes, así, infinito, rápido o lento, sintiendo el aire rozar a los lados, ojos cerrados, puño, alma.